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Arica

La ciudad de Arica es, por su situación geográfica, la primera o la última ciudad de Chile, de acuerdo al lugar desde donde se la mire: se trata de la ciudad más norteña del país conformada por una típica población de frontera, ubicada a escasos kilómetros del vecino Perú. Su ubicación logra que se combinen de manera perfecta el océano Pacífico, la aridez del desierto y la majestuosidad del altiplano, que la acerca también a la vecina Bolivia. Con casi 180 mil habitantes estables, es durante el verano que Arica se convierte en un verdadero destino turístico al recibir visitantes de Perú y Bolivia.  No sólo los turistas, sino también los locales utilizan sus excelentes carreteras para disfrutar de las amplias y hermosas playas, como Chinchorro, El Laucho y La Lisera, donde los deportes acuáticos se imponen al resto.  Arica es también un paso obligado para aquellas personas que intentan unir el desierto de Atacama con destinos internacionales como Machu Pichu, en Perú, o el lago Titicaca, en Bolivia. En la ciudad es posible deleitarse con sus paseos y ferias, así como también con su majestuosa plaza principal, que se encuentra bajo la tutela ancestral del famoso Morro de Arica, desde el cual se logra una vista panorámica imperdible de toda la ciudad. Un city tour por los alrededores de Arica obliga al turista a conocer sus edificios históricos: la catedral de San Marcos, sus calles peatonales o la parte vieja de la ciudad, donde sobresalen la ex Casa de Gobierno, la ex Aduana o la vieja estación del ferrocarril que la une con La Paz (Bolivia) y que hoy, además, funciona como museo. Saliendo de la ciudad es posible seguir algún tour arqueológico para recorrer los valles de Azapa, de Lluta y de Codpa que, con sus geoglifos, petroglifos y pictografias, además de con sus ancestrales momias, invitan a viajar en el tiempo. Adentrarse en el altiplano chileno-boliviano es otra de las posibilidades que brinda Arica, lo cual acerca alvisitante a Putre y permite conocer también el Parque Nacional Lauca y el imponente lago Chungará donde, antes de llegar a Bolivia, aparecen la Reserva Natural Las Vicuñas y el salar de Surire. Frente al morro de Arica se encuentra, contenida en una isla, una de las más pintorescas historias que tiene el norte de Chile; trata de pescadores, alacranes, surfistas y marineros. A primera vista parece una península o extremo de tierra continental a la que se llega mediante un pequeño camino. Un canal de 460 metros la separaba del continente y en el año 1964 las autoridades chilenas decidieron unirla definitivamente al continente y poner en ella un faro para hacer de guía a los barcos durante la noche. Cuentan las leyendas y algunas anécdotas que durante muchos años la incertidumbre por ver qué había en ella fue tal que distintos pescadores se acercaban para desenterrar algún tesoro supuestamente escondido por piratas. Se dice que, en cambio, sólo encontraron alacranes y escorpiones, los que dieron origen al nombre de la isla, además de poleas, ganchos, anzuelos y arpones pertenecientes a los primeros habitantes de la región que cazaban ballenas de gran tamaño. Otros que gozan de este lugar son los surfistas, ya que por la acción de escollera el mar forma las mejores olas ideales para la práctica del surf y de otros deportes acuáticos. Mientras la adrenalina transcurre de un lado de la isla, del otro el mar se serena para dar lugar a un club de yates y veleros donde descansan cientos de embarcaciones. El faro, de una belleza singular, se ve acompañado por la presencia tutelar del morro, el puerto, el Cristo y la belleza de la ciudad, la cual logró anexar esta isla que de día es afrodisíaca y de noche se vuelve mágica.  

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